la puerta románica de la Almoina.
De
esta forma tan descriptiva, hablaba el catedrático e Historiador del
Arte D. Carlos Cid Priego de la portada del Palau de nuestra querida
Catedral de Valencia.
Desde
luego no le faltaba nada de razón. Los actuales alrededores de la
Catedral nada tienen que ver con lo que fueron en época medieval, donde
basuras, escombros, incluso animales muertos rodeaban el edificio.
Tan
solo tenemos que ver los nombres de las plazoletas y callejones que la
rodeaban, para darnos cuenta de la actividad, funciones y trasiego que
en ellas se realizaban: la plaza de "les Cols", que se encontraba en la conocida como "plaza del Miguelete", plaza que fue absorbida con la ampliación en los años 50 de la plaza de la Reina; la plaza de "la fruyta" o de "la Llenya", la cual correspondería con la actual plaza de la Almoina, o la plaza de "les Gallines", en la cual se edificó el Aula Capitular, es decir la actual Capilla del Santo Cáliz.
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Ubicación de la Catedral de Valencia en base al mapa de Tomás Vicente Tosca del año 1704. |
Como podemos deducir de estos nombres, "de las Coles", "de la Fruta", "de la Leña", o "de las Gallinas",
a los alrededores de la Catedral se abrazaban un sinfín de mercados y
puestos, quizás herederos de los que hubo en su día ante la puerta de la
mezquita, que generaban una gran cantidad de escombros y de basura,
convirtiendo estos alrededores en un auténtico estercolero.
Tampoco
los vecinos hacían mucho por cuidar este entorno, ya que incluso
llegaron a dictarse penas de excomunión para todos aquellos que no
respetaran el edificio.
La puerta de la Almoina. Fotografía del año 1953. |
El "Libre de Obres"
de la Catedral del año 1445, en su folio 19v hace referencia a un
hecho curioso, pero que nos demuestra el poco respeto y poca
consideración que tenían algunos vecinos de Valencia por su Catedral. En
el se dice textualmente:
"Item
per ço com se orinavem en lo portal del fossaret fou prevenit por los
senyor del Capitol que netejas be i fiu netejar e blanqejar les portes e
pintar hi dos ymatges de Sant Antoni perque no si pixassin"
Es
decir, que los vecinos y no vecinos, se dedicaban a orinar en las
puertas del fossaret, por lo que el Capítulo decidió limpiarlas y
blanquearlas, además de pintar en ellas dos imágenes de San Antonio,
para que de este modo evitar que se volvieran a orinar.
Porque el "fossaret", el
cementerio de la feligresía de San Pedro, era otro de los elementos que
contribuía a degradar estos alrededores de la Catedral. Se extendía
desde las espaldas de la Capilla de San Miguel, hasta el el Aula
Capitular vieja, es decir, la capilla del Santo Cáliz. De hecho, en la
plaza de la Almoina, se conservaron tumbas hasta bien entrado el
siglo XVIII.
Grabado del año 1955. Portada de la Almoina. |
El llamado cementerio de los canónigos, o "fossar dels cannonges" donde
estos eran enterrados hasta la construcción del Aula Capitular "vieja",
se encontraba al aire libre, y tenía entrada a la Catedral por la
desaparecida capilla de San Lucas, fundada por los Escorna. Constantes
eran las denuncias ante el Cabildo por el insoportable olor que se
desprendían de ellas, o por la rotura o inundación de estas tras las
lluvias, por lo que debían ser cuidadas y reparadas.
Así en el Libre de Obres del año 1392, en el folio 43 podemos ver como se le realiza un pago a "Johan
Andres piquer per dos dies que obra en fer dos lindas la hun a la porta
com hom entra en ves lo fossar del campanar vell el altre de ves lo
portal de sen Luch..."
Tampoco
el suelo de la plaza estaba a la misma altura que hoy lo conocemos. Era
mucho más bajo, ya que se tiene constancia de la existencia de varias
gradas para acceder a la portada. Este desnivel hizo que esta plaza
fuera utilizada como sumidero. En el "Libre de Obres" del año
1428, en el folio 26v, se ordenaban pagos por hacer un agujero en el
muro maestro de la Catedral, junto a la puerta de la Almoina, para que
de esta forma se vertiera el agua que había inundado su interior
durante unas lluvias torrenciales:
"per preu de un perpal per obs de foradar la grossa paret en lendret de la dita capella..."
Pero
no sería esta la única vez que sirviera de sumidero. En el Libre de
Obres del año 1432, en el folio 43, podemos leer que el 21 de marzo "En
aquesta sobredita jornada per manament dels senyors de capitol fiu
comensar a obrir en la plaça de la fruita per a fer un escorredor ahon
se recullguessen les aygues que entren en la seu per lo sembori"
También los amigos de lo ajeno merodeaban por el lugar. El maestro Lleó, tuvo que fabricar una "anella al postich...com la hagessen robada", tal y como se apunta el folio 32 del Libre de Obres de la Catedral del año 1481.
Así pues, con estos datos, tenemos ya todos los ingredientes idóneos para construir nuestro particular muladar. Tan solo tenemos que combinar las basuras, escombros y porquerías arrojadas en las inmediaciones de la Catedral, (incluso perros, gatos y gallinas muertas, tal y como apunta Sanchis y Sivera), los desagradables olores del orín de las puertas del fossaret, la pestilencia que escapaba de las tumbas a pie de calle, y los barros y lodos que se formaban cuando la plaza de la Almoina servía de vía de escape del agua acumulada cuando la catedral se inundaba, para tenerlo.
La puerta de la Almoina, sin ninguna duda, era una auténtica flor de belleza en medio de un muladar.
Extraído de esta web.