Gárgolas, Monjes y Grifos en la Catedral de Valencia.
Dicen Guillermo Fatás y Gonzalo Borrás en su "Diccionario de términos de arte y elementos de arqueología, heráldica y numismática", que una gárgola es un "desagüe saledizo del tejado, normalmente esculpido en forma fantástica".
Desde
luego no les falta nada de razón. Su función primordial es la de dar
salida al agua de lluvia, pero las gárgolas esconden algo más que su
mera funcionalidad mecánica. Quizás una de sus principales funciones,
amén de la de desagüe, sea la función didáctica. De hecho, no todas las
gárgolas son "funcionales", es decir, no todas fueron creadas "como
desagüe". En el mayor de los casos, estas gárgolas se encontraban
influenciadas por los bestiarios medievales, las creencias religiosas, y
las supersticiones.
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Gárgolas en la portada de la Almoina. |
Por
otro lado, tampoco podemos olvidar que estas gárgolas que hoy podemos
admirar comienzan a aparecer durante el período gótico de la
construcción de la Catedral de Valencia, un período en el que el eje
central de la actividad de la población se realizaba entorno a las
iglesias y catedrales, y un período en el que todo lo que ocurría era
vigilado por la atenta mirada de Dios. La catedral se transformaba de
este modo en un "libro de piedra" sobre el que pueblo leía, y lo hacía a
través del símbolo, símbolo que se convertía en un auténtico vínculo
con lo divino.
En
la Catedral de Valencia, encontramos gárgolas en la portada de los
Apóstoles, en la de la Almoina y su fachada, en la torre del Miguelete,
(en su parte superior y en las juntas de los sillares de los muros, a
diferentes alturas), y en el arranque de la aguja de la torre que da
acceso a los tejados y terrazas de esta.
Puede
parecer a primera vista que la Catedral no posee una gran cantidad de
gárgolas, sin embargo, la Doctora en Bellas Artes, Mª Begoña Yáñez
Martínez, en su magnífica tesis "La
gárgola gótica como objeto de estudio y su proyección sobre la cultura
actual: una experiencia didáctico-visual significativa", contabiliza
alrededor de 50. Tan solo las catedrales de León, Palma de Mallorca,
Sevilla, Barcelona, y Burgos, aventajan en número a la de Valencia.
Debemos tener en cuenta, tal y como apunta Mª Begoña Yáñez, que esta es
una cantidad aproximada, ya que muchas gárgolas, efectivamente sí
cumplían únicamente su función mecánica de servir como desagüe, sin
tener ningún tipo de decoración.
Por
desgracia las gárgolas de la Catedral de Valencia no son fáciles de
observar. Su lugar natural es el cielo, y el cielo de la Catedral es
bastante inaccesible. Cuenta la Seo valenciana con un acceso a sus
tejados y terrazas, acceso al que se llega mediante una bonita escalera
de caracol, la cual acaba en una cúpula adornada exteriormente con una
aguja, y como no, por varias gárgolas no funcionales. Lamentablemente el
acceso es totalmente privado y cerrado al público.
Sí
se puede subir a la torre del Miguelete, torre que alberga el mayor
número de gárgolas de la Catedral, aunque desde la terraza su visión es
bastante limitada. Una pena.
Yáñez
Martínez, nos ofrece en su tesis una clasificación general de las
gárgolas según sus formas, clasificación que se ve totalmente
representada en las gárgolas de la Catedral de Valencia. Las primera de
ellas serían las gárgolas antropomorfas, en las cuales se reconocen
rasgos humanos o representaciones de personajes humanos en concreto,
como por ejemplo, representaciones gremiales, personajes mitológicos o
bíblicos, o incluso personajes contemporáneos de la época. La segunda de
ellas correspondería a las llamadas gárgolas zoomórficas, en las cuales
podemos identificar a un animal conocido, y la tercera a las llamadas
gárgolas fantásticas, que representarían a animales mitológicos o
fantásticos, como los grifos.
¿Pero quienes fueron los maestros canteros que tallaron estas gárgolas? ¿Tenemos alguna información sobre ello?
Aunque
por el momento no se ha encontrado información sobre las gárgolas de
las puerta del Palau y de la Almoina, en cuanto al Miguelete se
refiere, la respuesta es sí. El archivo de la Catedral de Valencia es
una fuente inagotable de datos y documentos.
Así pues, en el Llibre de Obres con signatura 1478, en los libros correspondientes a los años 1424 y 1425, aparece una anotación fechada en el mes de septiembre del año 1424, en la cual el Cabildo alquilaba una mula para que Martí Lobet trajera la piedra tallada para la elaboración entre otras, de las gárgolas del nuevo campanario:
Así pues, en el Llibre de Obres con signatura 1478, en los libros correspondientes a los años 1424 y 1425, aparece una anotación fechada en el mes de septiembre del año 1424, en la cual el Cabildo alquilaba una mula para que Martí Lobet trajera la piedra tallada para la elaboración entre otras, de las gárgolas del nuevo campanario:
"Item
logui un mul per al deus dit en Martí Lobet lo qual aná a la pedrera
per a fer tallar pedra per al entaulament y guarguoles del campanar nou,
costà dos sous."
Estos
viajes a la cantera se repitieron el 7 y el 30 de octubre de ese mismo
año. Encontramos otra curiosa anotación en el mismo Llibre de Obres
fechada el 21 de diciembre de 1424 en la cual Martí Lobet compraba
varias hojas de madera para que sirvieran de plantilla para la talla de
estas gárgolas:
"Item
compri mes de una fulla de fust de un fuster del mercat per a moltles
an Martí Lobet per a les guargoles del campanar nou, costa sis sous;
Item compri mes al dit en Martí Lobet una taula de noguer per a motles
de triangles, costa sis sous."
De
hecho se tiene constancia del contrato firmado por Martí Lobet y el
cabildo catedralicio el 18 de septiembre de 1424 para la construcción
del apitrador de la torre del Miguelete, y como no, de sus gárgolas:
"…
Capitols fets e fermats entre los senyors de capítol de la una part, e
en Martí Lobet, mestre picapadrer de la part altra, sobre la obra
fahedora en lo campanar de la dita seu de la
claravoya, alias apitrador, del dit campanar. Primeramente que.l dit
Martí sia tengut continuar e acabar l’entaulamente de la sumitat del
campanar a començat de pedra ab ses gargoles,
e ab tot ço que necessari hic serà, e aquesta obra haia a fer a sos
jornals e a despens de la obra, administrant-li la obra tot ço que
mester hi serà, e pagant-li sos jornals al for, e rahó que ell obra huy
ab la ciutat.
Item que acabada la obra del dit entaulament bé e notablement segons se
pertany lo dit Martí Lobet sia tengut e obligat de fer la dita obra de
claravoya, o apitrador, ab sos banch de
part de dins del apitrador, per nogir la dita claravoya o seure en
aquells, la qual dita obra de la claravoya haia a fer bé e notablement
segons se pertany al dit campanar, e de la altaria
segons la forma e manement de la mostra per ell feta, e donada al dit
capitol, e traçada per ell mateix en l´ort de Pere Daries.
Item que.l dit Martí Lobet haia e sia tengut fer ab acabament de proper
dita obra de claravoya e banchs, a tot son carrech e despens de pedra,
de calç, d´arena, d´algepç, de reble, e tot
altre pertret allí necessari. Açó exceptant que la obra li sia tenguda
donar e administrar la roda, e xarçiada, de gumenes, de taulells, de
cabaços, e de tot ço que necessari serà per obs de
muntar la manobra al campanar, e encara los bastiments de fusta
necessaris a la dita obra, e gaffes de ferre, e plom per licuar la dita
obra.
Item que.l dit Martí Lobet prometa e s´obligue que dins hun any e mig
comptadors del dia anant que la dita obra de entaulamente serà acabada,
farà, e complidamente acabarà la dita
obra de claravoya e banchs en la forma e manera desus dits. E si no ho
farà vol e consent per special pacte que encorregua pena de cinch cents
florins applicadors a la obra de la dita
seu, de la qual puxa esser feta execucio en sos bens per qualsevulla
jutge seglar ab carta excutoria e submissio de for. E açó puxa cert
ordenat en son cars l´argument segons requir la
forma de tals contractes.
Item que.l dit Martí Lobet haia haver e metra en la dita obra bona pedra
e fina de la millor que.s trobe en la pedrera de Valencia, e fer, e
acabar la dita obra de claravoya e banchs a tota
coneguda e noticia dels honorables mossén Francesch Daries e micer Perre
Figuerola, canonges de la dita seu, als quals les dits parts donen e
atribuexen plen poder de jutgar e coneixer
dels dits obra e pedra, si seran les que deven o no al dit dels quals
les dites parts haian star totalment.
Item los dits senyors de capitol prometen e sien tenguts donar e pagar
al dit Martí Lobet per tota la dita obra de la dita claravoya, e banchs,
e per tota la manobra dessus dita, e salari,
e treballs de ell, e de tots los qui ab ell obraran, dos milia florins
d´or comuns d´aragó, sens nenguns altres despesas o carrech de la obra
sino la roda, e xarcia, e bastimentes, gaffes de
ferre, e plom, dessus dits. Los quals dos milis florins li sie donats e
pagats en los termes manats e pagues seguents; ço es que tantost de
present li sien donats cent florins per fer aparell
de pedra. E aprés que haurá acabat l´entaulament e gargolles, e deurà
començar en la claravoya altres cent florins per obs de pagar
menestrals. E obrada la pedra per a un
pany de la claravoya doents florins, e a cascún dels altres panys, los
quals panys son VIII. E los doents florins restants çom la obra serà
acabada…"
Ya
bajo la dirección de Francesc Baldomar, quien fue Maestro de Obras de
la Catedral desde los años 1457 al 1476, se colocaron varias gárgolas
más en el Miguelete. Así consta en el Llibre de Obres signado con el
número 1481. En el libro número 8 de este Llibre de Obres, en el cual se
recogen las anotaciones de las obras realizadas en la Catedral durante
los años 1459 y 1460, se detallan los sueldos cobrados por los canteros
que colocaron dichas gárgolas: el sábado, 15 de marzo de 1460, "obraren en Johan e Gabriel Amorós cascún Vss.". El lunes 17 de marzo era "Lorenç Guimera" quien cobraba 2 sueldos "per ajudar a portar e muntar les gárgoles al campanar..."
También
tuvo varias gárgolas el primer cimborrio de la Catedral. Están
documentados varios trabajos realizados en este primer cuerpo del actual
cimborrio durante los años 1380 y 1397. En el Libre de Obres signado
con el número 1478, en el libro correspondiente al año 1393, aparece una
anotación fechada en diciembre en la cual se indica que se trabajó en "fer bells les gargolles e chanalls dels terrats del cemborri."
La
capilla de San Pedro también contó en su construcción gótica con
varias gárgolas. En el Llibre de Obres con signatura 1483, en el libro
primero, aparece una anotación fechada el 16 de marzo de 1471, en la
que se deben realizar nuevas obras en la Catedral sobre "els
revoltons fets de nou per quant se plovien e descobris per çó com les
lanties se trobaren plenes d’aigua e fonch mester si fés hun payment que
era romàs per fer en lo enfront de les gárgoles de la dita capella de
Sent Pere."
Igualmente estuvo coronada por gárgolas la capilla de San Vicente. En el año 1431 Martí Lobet junto con su hijo Joan, reparaban el portal de los Apóstoles, además de elaborar las claves de bóveda y las gárgolas en piedra para esta capilla. En una anotación del Llibre de Obres num. 1478, fechada el 2 de febrero de 1429, Joan Lobet aparece cobrando 20 florines por el precio de 6 piedras de Benidorm para la fabricación de las claves de bóveda y gárgolas de la capilla de San Vicente.
Fue
precisamente durante unas obras realizadas en esta capilla, la de San
Vicente, donde se descubrió una gárgola con la figura de un monje, con
capucha, y la boca abierta para dar salida a las aguas pluviales. Parece
datar del siglo XIII y pudo estar alojada en el ábside, tal y como
explicó el canónigo Jaime Sancho en rueda de prensa tras hacerse público
el descubrimiento. También apuntó el conservador de la Catedral que
pudo corresponder a la primera fase de la Catedral, siendo eliminada en
las sucesivas ampliaciones de esta, guardándose junto con otros
elementos originales.
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El canónigo y conservador de la Catedral de Valencia Jaime Sancho junto a la gárgola descubierta en las obras realizadas en la capilla de San Vicente. |
Detalle de la gárgola encontrada durante las obras de la capilla de San Vicente. |
Veamos
pues para terminar esta pequeña entrada dedicada a las gárgolas de la
Catedral de Valencia, una muestra de algunas de estas guardianas de
piedra que vigilan la Catedral desde los cielos de Valencia.
Quizás
esta gárgola antropomorfa sea la más conocida de la Catedral. Se
encuentra en la fachada a la derecha de la puerta de la Almoina, y como
bien se puede apreciar, representa a una mujer agarrándose los pechos.
Este tipo de representaciones empiezan a cobrar más fuerza a partir del
siglo XV, y evidentemente su propósito es el de escandalizar. Suele
representar a los pecados, la lujuria, y como lección de lo que no debe
hacerse.
Esta
gárgola zoomorfa se encuentra en la cornisa de la portada de la
Almoina, y parece representar a un lobo. En el bestiario medieval se le
suele relacionar con el demonio y con los pecados de la gula y la
avaricia. En ocasiones también representa a la herejía.
Este
es un perfecto ejemplo de gárgola antropomorfa. La encontramos en la
fachada de la puerta de la Almoina. La encontramos con la mano algo
extendida hacia adelante, símbolo de bienvenida. Por sus vestiduras bien
podría representar a algún personaje contemporáneo de la época.
Esta
sea quizás junto con la mujer que se sostiene los pechos, una de las
gárgolas más fotografiada de la Catedral. Esta gárgola fantástica se
puede ver en la puerta de los Apóstoles. Representa a un grifo. Podemos
ver a este animal fantástico en cada uno de los lados de la portada.
Representa la protección. En el bestiario medieval de la época suele
representar a Cristo, ya que es un ser de la tierra y del cielo, es
decir, representa a la vez la naturaleza humana y la divina.
Aquí podemos ver otro bello ejemplo de gárgola fantástica. Otro Grifo en la torre del Miguelete.
También
en el Miguelete nos encontramos con este hombre que parece querer
taparse la cara. Suele simbolizar el dolor y el pesar. En ocasiones
también se le puede relacionar con el miedo o el asombro.
Aquí
tenemos otro nuevo ejemplo de gárgola antropomorfa, En esta ocasión,
este hombre barbado aparece con las manos en el pecho y en su cuello,
en claro signo de angustia. Representa el dolor y el miedo.
Esta
Gárgola representa a un hombre o mujer rezando, y se encuentra en la
torre del Miguelete. Se aprecian sus manos juntas sobre el pecho, en
actitud de oración. Representa la actitud devota y piadosa.
Aquí
vemos otro bonito ejemplo de gárgola antropomorfa en actitud de
oración. Representa a una monja rezando. Esta gárgola de encuentra en
el arranque de la aguja de la torre que da acceso a los tejados y
terrazas de la Catedral.
Otra
gárgola antropomorfa, bastante erosionada, que se encuentra en en el
arranque de la aguja de la torre que da acceso a los tejados y terrazas
de la Catedral.
Hombre en actitud pensativa en el arranque de la aguja de la torre que da acceso a los tejados y terrazas de la Catedral.
Una
nueva imagen de la mujer en actitud de oración que se encuentra en el
arranque de la aguja de la torre que da acceso a los tejados y terrazas
de la Catedral.
Nuevamente
la imagen del hombre "pensativo" de la torre de acceso a las terrazas
de la Catedral. Bien visto parece incluso representar al famoso "caganer". De hecho, esta representación no es ada extraña. En el ábside de la Catedral de Barcelona, tenemos varios ejemplos.
Gárgola no decorada en una de las terrazas de la Catedral.
Otra de las gárgolas antropomorfas de la Catedral. El desgaste que ha sufrido le da una expresión casi demoníaca. Por las vestiduras debe representar a un monje o clérigo.
Gárgola
antropomorfa en la fachada de la portada de la Almoina. Parece
representar a un apóstol o profeta el cual sujeta con las manos una
filacteria.
Esta
última gárgola se encuentra en la torre del Miguelete, y al igual que
la anterior, parece representar a un profeta o evangelista con su mano
derecha apoyada sobre el pecho, y los dedos extendidos, en clara actitud
de autoridad.
Seguro que a partir de ahora miraremos el cielo de la Catedral de una forma distinta...
Extraído de esta web