Tanto por su importancia histórica, en el marco de la reconquista cristiana, como por sus singularidades arquitectónicas, el conjunto de San Juan del Hospital es una de las principales joyas patrimoniales de la ciudad de ValEncia. No en vano es uno de los templos más demandados para la celebración de enlaces matrimoniales y todo tipo de eventos religiosos. Este año se cumplen cincuenta años de la apertura al culto de su iglesia, considerada como uno de los pocos ejemplos de gótico primitivo cisterciense conservados en la actualidad.
Aprovechando la celebración de este aniversario, el rector de San Juan del Hospital, Carlos Cremades, quiere poner en valor las sucesivas excavaciones arqueológicas y campañas de restauración que desde 1967 hasta el momento presente han sacado a la luz no solo los vestigios medievales, sino los correspondientes a la época romana y musulmana.
Éstas son algunas de las razones que explican la singularidad de este conjunto histórico-arquitectónico, declarado Monumento Nacional en 1943.
1. Fue la primera iglesia construida en València tras la reconquista en el siglo XIII
Los caballeros de la Orden de San Juan del Hospital –orden militar y religiosa surgida en Jerusalén en la época de las cruzadas para defender la fe cristiana y proteger a los peregrinos e indigentes- fueron clave para el triunfo de la conquista de Valencia por parte de Jaime I de Aragón en 1238. En agradecimiento por su ayuda, el rey concedió a estos militares unos terrenos ubicados en la puerta de la Xerea. Allí edificaron la primera iglesia cristiana (después de la Catedral). El templo servía a su vez como hospital, residencia de caballeros y cementerio.
2. Conserva uno de los escasos testimonios de pintura mural de transición del románico al gótico
La capilla de San Miguel Arcángel, construida a mitad del siglo XIII siguiendo una estructura de bóveda de cañón, atesora un valioso conjunto de pinturas al temple.
Según explica Mar Sabate, responsable de la restauración de las mismas hace quince años, su importancia no estriba únicamente en la extremada calidad y la delicadeza técnica con la que fueron ejecutadas, sino también en los pigmentos escogidos para hacerlo. La utilización de colores tan caros y difíciles de conseguir como el rojo bermellón o el azul ultramar (extraído de las minas de azurita en Turquía) denota la importancia del templo. A nivel iconográfico se percibe además influencia italo-bizantina, con escenas relativas al arca de Noé, al mapa estelar (que reproduce la misma posición de las estrellas de la noche en que nació Jesucristo), la crucifixión y el Arcángel San Miguel pesando las almas de aquellos destinados al cielo o al infierno.
Siguiendo una Orden Real del siglo XIV para evitar la propagación de la peste, todas las paredes de la iglesia fueron cubiertas de cal, incluidas estas pinturas murales, y borradas de la memoria colectiva. En 1973, durante la celebración de una misa, cayó al suelo una placa de cal de la capilla lateral, dejando al descubierto la representación del rostro de Cristo. Este accidente permitió conocer la existencia de las pinturas.
3. El patio sur es el único cementerio medieval urbano que conserva la ciudad y su capilla es única en Europa.
Los caballeros de la Orden de San Juan del Hospital erigieron el cementerio en el lugar donde el antiguo emir de la ciudad se refrescaba. Bajo el suelo de este patio, pavimentado en una de las últimas intervenciones acometidas en el conjunto, descansan los restos de personas que no disponían de recursos económicos, mientras que en los laterales se erigen varios arcosolios; tumbas suntuosas que se hacían construir las familias pudientes y gremios destacados de la ciudad. El elemento arquitectónico más destacable, sin embargo, es la capilla funeraria exenta de Jaime I. Es uno de los escasos ejemplos que quedan en Europa.
4. San Juan tuvo como benefactora a la emperatriz bizantina Constanza
La historia de San Juan del Hospital está muy vinculada a la de personajes como la Emperatriz de Grecia, Constanza Hohenstaufen y las familias sicilianas y bizantinas que con ella llegaron, entre ellas la madre del Almirante Roger de Lauria.
Constanza de Hohenstaufen, hija del emperador Federico II, fue casada muy joven con el emperador de Bizancio. Tras enviudar, fue acogida en Valencia por su pariente el rey Jaime I. Constanza, profunda devota de la mártir santa Bárbara –también de origen bizantino- mandó construir una pequeña capilla en su honor en la iglesia, donde fue enterrada en 1307.
5. Conserva restos de la espina del antiguo circo romano
Durante el barroco se recubrieron los muros y la bóveda de San Juan con escayolas, relieves y policromías. No fue hasta 1967 cuando los trabajos de restauración fueron sacando a la luz el aspecto gótico original del conjunto, así como importantes vestigios de épocas anteriores, como una fuente islámica y parte de la espina y las gradas del circo romano. La espina formaba sobre la arena dos calles por donde corrían las cuadrigas. Su descubrimiento a mediados de los años noventa confirmó que Sagunto no había sido la única ciudad valenciana importante durante la época romana.